En el 51° aniversario del 11 de septiembre de 1973, se realizó una emotiva visita al ex centro de secuestro y tortura conocido como «Venda Sexy», ubicado en Irán 3037. Sobrevivientes, familiares de las víctimas, representantes de agrupaciones, dirigentes y estudiantes del Liceo 1 se reunieron para recordar y honrar la memoria de quienes sufrieron en este lugar.

La jornada destacó la importancia de la memoria histórica para garantizar que estos hechos no sean olvidados. Las voces presentes subrayaron que el rescate y la preservación de estos sitios es una responsabilidad de todas y todos los chilenos, no solo de quienes están más directamente vinculados. En palabras de uno de los participantes: «La memoria es fundamental, no solo para quienes estamos convencidos, sino para que sea una tarea colectiva».

Esta actividad, además, contó con la participación de estudiantes del Liceo 1 que llevan adelante una investigación sobre este centro en colaboración con sobrevivientes. El trabajo de estas jóvenes busca documentar los testimonios y reflexionar sobre el legado de la lucha por los derechos humanos en el país.

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Estudiantes del Liceo 1 Lideran Investigación sobre Memoria Histórica en Colaboración con Sobrevivientes de Venda Sexy

En un proyecto de alto impacto social y académico, dos estudiantes del Liceo 1 de Santiago, Anastasia Toledo y Jazmín Cabezas, se encuentran realizando una investigación de gran relevancia histórica. Acompañadas por las sobrevivientes Alejandra Holzapfel y Nieves Ayress, ambas ex alumnas del mismo establecimiento y víctimas del centro de tortura conocido como «Venda Sexy» durante la dictadura, este proyecto busca rescatar y documentar las historias de lucha y resiliencia vinculadas a este oscuro período de la historia de Chile.

El taller de investigación, guiado por las docentes Lidia Rivera y Catalina Padilla, ha sido fundamental no solo para las estudiantes, sino para la comunidad de Santiago, ya que su objetivo es mantener viva la memoria y reivindicar el legado de las mujeres que sufrieron violaciones a los derechos humanos. Rivera y Padilla, con su experiencia y dedicación, han impulsado a las jóvenes investigadoras a comprender la importancia de la historia reciente, especialmente desde la perspectiva de las víctimas que, hasta el día de hoy, buscan justicia y reparación.

Este esfuerzo conjunto no solo fortalece la conexión de las estudiantes con la historia de su centenaria institución, sino que también pone en valor la importancia del testimonio y la memoria como pilares fundamentales para evitar la repetición de estos trágicos hechos.

Anastasia Toledo y Jazmín Cabezas han destacado que esta experiencia ha sido profundamente transformadora, no solo por el impacto emocional de trabajar directamente con las sobrevivientes, sino también por la responsabilidad de transmitir fielmente sus relatos y honrar la verdad histórica.

Se espera que los resultados de esta investigación sean compartidos próximamente en un evento público en el propio Liceo 1, contribuyendo a la formación de una memoria colectiva que promueva la reflexión y el compromiso con los derechos humanos en la comunidad educativa y más allá.